La industria editorial uruguaya goza de buena salud

La industria editorial uruguaya no sólo goza de buena salud sino que se ha mantenido muy activa en los últimos años. Las publicaciones, en especial las de autores nacionales, tienen una excelente repercusión en el público. Sin embargo, aún no existen datos estadísticos fiables. Por primera vez en la historia del país,  está en ejecución un censo para saber, entre otras cosas, cuánto se publica y cuánto se lee.

 «Más allá que a largo plazo tengamos que reciclarla como tal, especialmente teniendo en cuenta lo que significa el libro electrónico,  industria editorial uruguaya está pasando por un momento excelente. Cada novedad que sale al mercado, es absorbida rápidamente», dijo Alicia Guglielmo, una de las directoras de la Cámara Uruguaya del Libro e integrante de la editorial Fin de Siglo.

Destacó el “peso importante” de los autores nacionales. “En la venta de libros en nuestro país, por su calidad, el autor nacional pesa muchísimo. La gente no lo compra porque sea uruguayo sino por bueno», afirmó.

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“Otra cosa interesante que se da en nuestro país es el  vínculo directo entre autores y lectores. Nuestros niños y jóvenes ya se acostumbraron pero no es muy habitual que uno se encuentre con el autor y pueda preguntarle por qué a un personaje le pasa tal o cual cosa. El autor de literatura infantil Ignacio Martínez está recorriendo el Uruguay por tercera vez. Eso no es cosa menor”, añadió Guglielmo.

“NO SE LEE MENOS”

Respecto a la afirmación que tanto se escucha respecto a que los jóvenes y niños leen cada vez menos, opinó que “decir que leen menos es una forma sencilla de eludir la responsabilidad” y señaló que el fomento de la lectura no es responsabilidad exclusiva de los docentes, sino también de la familia.

“Es como el tema de la basura. ¿Por qué Montevideo está sucio y Paysandú limpio? No es que toda la gente limpia viva en Paysandú, sino que se trata de un problema cultural. Si en mi casa no tiro un papel al piso cuando como un caramelo ¿por qué lo hacemos en la calle? Con los chiquilines y la lectura pasa lo mismo. Si nadie se preocupa por leer a los niños pequeños, si en la casa el padre o la madre no se sientan con el niño a leer y si crecen en hogares donde los adultos nunca toman un libro para leer, será difícil que el niño lea. No se trata de un problema de las maestras, los profesores o la escuela sino un tema que nos involucra a todos”.

LA LECTURA ES UN VICIO

De todas maneras, entiende que no es verdad que se lea menos. “La lectura es un vicio y una vez que uno lo adquirió imposible abandonarlo”.

Consideró, no obstante, que al libro le falta marketing. “¿Alguna vez viste que en una telenovela alguien lea? No lo hacen, esa situación no existe. Salen, pasean, tienen autos, cocinan pero nunca leen un libro. Es un indicador relevante. El libro necesita ser difundido también en esos aspectos”, sostuvo.

En cuanto a los libros de texto, dijo que uno de los objetivos de la Cámara Uruguaya del Libro es que en los ámbitos de estudio se usen libros y no fotocopias.

“Estamos en marzo, zafra de textos, y cada vez más vamos logrando que los docentes que fomenten la conciencia de sus alumnos respecto a que una cosa es el libro otra las fotocopias. Uno no hace una biblioteca de fotocopias. No sirven para volver a disfrutar de la novela o el cuento que nos encantó o la poesía. Como Cámara Uruguaya del Libro intentamos valorizar el libro como objeto que trasmite otro tipo de cosas. El libro nos da conocimientos, diversión, la fantasía de poder evadirnos a mundos más lindos o conocer realidades que de otra forma sería muy difícil de acceder, trasmitir y compartir», dijo.

PRIMER CENSO

Actualmente es muy difícil precisar qué cantidad de libros se editan anualmente en Uruguay y son casi inexistentes los datos estadísticos de la industria editorial nacional. «Conocer esos datos es un gran debe que aún tenemos. Esperamos contar este año con los primeros números a partir del primer censo de la industria editorial, que está en ejecución», informó.

En este sentido, explicó que el Conglomerado Editorial del Uruguay está abocado a la realización del Primer Censo Nacional de la Industria Editorial, contando para ello con el apoyo de la Dirección Nacional de Cultura (MEC), la Biblioteca Nacional, Cámara Uruguaya del Libro y empresas de toda la cadena productiva.

La tarea se encuentra a cargo del grupo Interconsult y es realizada con la finalidad de tener un diagnóstico preciso del sector, a partir del cual se diseñarán proyectos de desarrollo, que podrán beneficiar a todas las empresas y para los cuales existe financiación.

«Esta información es fundamental para contar con un estado de situación del sector, que será muy útil para el crecimiento de sus actores», dijo Guglielmo.

El Departamento de Industrias Creativas (DICREA) de la Dirección Nacional de Cultura del MEC ha tenido la iniciativa de dinamizar el conglomerado (cluster) editorial a través del desarrollo del proyecto «Viví la Cultura», financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) a través del Sistema de Naciones Unidas (Unidos en Acción). Cuenta con la asistencia técnica del Programa de Conglomerados y Cadenas Productivas (PACC-DIPRODE-OPP).

«El primer censo en Uruguay fue de vacas. Después se censó a la población pero nunca a nadie parece haberle importado cuántos libros se hacen, ni cuánto se lee. En 2009, por primera vez en la historia de este país se consiguió un fondo destinado exclusivamente a realizar un censo sobre la industria editorial. Este año vamos a tener la primer fotografía de la realidad editorial nacional», puntualizó.

 Publicada originalmente por Carol Guilleminot en la revista Quinto Día.

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