¿Cómo hacer un blog educativo?

Vía Pucp

Esta pregunta, que me han hecho últimamente remite a la tecnología, a los instrumentos para crear un blog y quizá a cómo gestionar un blog educativo o edublog.

Es fácil contestar eso: hay múltiples soportes que brindan, incluso en forma gratuita, la posibilidad de crear fácilmente y en pocos pasos un blog a cualquier persona. Alcanza con tener una cuenta de correo electrónico funcionando y pensar un nombre de usuario, contraseña y un nombre para ponerle al blog.

WordPress y Blogger son sólo dos de los sistemas de publicación de blogs existentes pero hay muchos más y todos requieren conocimientos técnicos mínimos (yo diría que si sabemos enviar un correo electrónico e incluir en él un adjunto ya tenemos el conocimiento básico para manejar un blog).

Por otra parte, existen en Internet muchos tutoriales gratuitos que explican paso a paso cómo crear un blog. Si te tomas tan sólo unos minutos y utilizas un buscador verás que enseguida encuentras lo que estás buscando, ya sea guías paso a paso con imágenes gráficas o recursos multimedia como es el caso de los videos existentes en Youtube o distinto tipo de presentaciones.

Un blog representa ni más ni menos que hacer realidad el sueño de tener una página web propia.

Es que a fin de cuentas, eso es un blog: un sitio web donde se recopilan cronológicamente artículos (post) sobre una temática determinada, gestionado por un autor o varios.

Del cómo al para qué

Ahora bien, sospecho que la pregunta de cómo hacer un blog educativo o edublog no refiere solamente al aspecto técnico de creación y gestión de un blog, sino también a otras cuestiones: para qué sirve, qué uso le puedo dar, cómo trabajar en clase con un blog…

Un edublog no es otra cosa que un blog o weblog cuyas finalidad es educativa y se utiliza en un contexto de enseñanza-aprendizaje.

Desde mi punto de vista, el tema central que cada docente debe pensar es “para qué quiero un blog” y si está dispuesto a destinar parte de su siempre escaso tiempo a pensar formas creativas de utilizarlo. Hacer un blog es relativamente fácil y toma unos pocos segundos. La cuestión es mantenerlo y hacer de él una herramienta útil.

En la actualidad la educación no es ajena al complejo proceso de incorporación de nuevas tecnologías de la información y comunicación. Los niños y adolescentes de hoy son hijos de un nuevo tiempo en el que tienen fácil acceso a una serie de aparatos de comunicación e interacción que muchos de nosotros ni siquiera llegó a imaginarse en su niñez o adolescencia.

La propia Internet ha tenido en los últimos años un cambio fundamental al pasar de ser un espacio de intercambio de información (web 1.0) a ser un espacio de interacción social constituidas por comunidades colaborativas (web 2.0).

Internet no fue creada con un fin pedagógico pero ¿es posible considerarla como un recurso didáctico? ¿Cómo transformarla en una herramienta válida en el proceso de enseñanza y aprendizaje?

El gran desafío es, justamente utilizar lo que nos ofrece Internet –desde los blogs, las wikis, webquest  o la posibilidad de crear nuestros propios contenidos multimedia—como un elemento que colabore con el proceso de aprender.

Nuestros alumnos son nativos digitales, las posibilidades de interactividad y rapidez en el intercambio de la información están incorporadas a su vida cotidiana y la educación no debe apartarse de esa realidad sino por, el contrario, incorporarla para adecuarse a los tiempos que corren sin perder calidad sin perder de vista que quien enseña es el maestro y no la web.

Ahora bien, ocurre que muchos maestros y profesores aún no se sienten seguros y capaces para utilizar estas nuevas herramientas. Por eso es necesario que cuenten con alguna forma de capacitación que le permita, en una primera instancia  incorporar los conocimientos tecnológicos básicos y, luego, generar en base a esos conocimientos nuevos contenidos aptos para la enseñanza y estar en condiciones de poder realizar una reflexión crítica sobre las nuevas herramientas y el marco educativo que subyace en su uso.

La buena noticia es que no se necesita ser un especialista en informática, sino simplemente desarrollar habilidades como usuario de Internet.